El carril es el elemento que
sirve de guiado del tren, puede llevar además señales eléctricas. Su forma
y elementos que lo componen son los siguientes:
La cabeza es la superficie de
rodadura. Es la parte del carril que sufre el desgaste.
El alma une el patín con la
cabeza y tiene espesor uniforme (del orden del 25% de la anchura de la cabeza),
es más ancha en la base.
El patín es el ala inferior del
perfil; debe tener la anchura suficiente para que la superficie de apoyo sobre
la traviesa sea grande y haya un mejor reparto de presiones.
El peso del carril es en la actualidad en España:
En líneas principales de 54 Kg/m.
En el caso de trenes de alta velocidad el peso
mínimo es de 60 Kg/m.
La longitud comercial de fabricación de los carriles
es de 18 metros y una composición del o,4 de carbono, el 0,8% de manganeso y el o,2% de silicio como elementos de aleación, para formar una vía hay que empalmarlos
mediante bridas, dejando unas juntas de dilatación para posibles problemas
térmicos.
Con una punta de carril, un poco de herramienta y buenas manos podemos obtener un pequeño yunque para trabajos de bricolaje.
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