domingo, 27 de marzo de 2016

Soldadura por Plasma o PAW


       La soldadura por plasma es considerada como un método más avanzado que la soldadura TIG, ya que proporciona un aumento de productividad. Conocida técnicamente como PAW (Plasma Arc Welding), la soldadura por plasma alcanza una densidad energética y temperaturas superiores a la TIG. El arco eléctrico es formado entre el electrodo y la pieza a soldar.

       La energía para conseguir la ionización la logra el arco eléctrico que se forma entre el electrodo y el metal a soldar. En la soldadura por plasma se emplea un gas, generalmente argón puro, que pasa a estado plasmático por medio de un orificio de reducción que estrangula el paso del gas logrando aumentar la velocidad del mismo, dirigiendo al metal que se desea soldar, un chorro concentrado que puede alcanzar una temperatura entre 20.000 y los 28.000°C. El flujo de gas de plasma no protege al arco, el baño de fusión y el material expuesto al calentamiento de la atmósfera, por lo que se utiliza un segundo gas que protege al conjunto envolviéndolo. Los electrodos utilizados para la soldadura por plasma mayormente son fabricados con tungsteno sinterizado.


Características de la Soldadura por Plasma

La soldadura por plasma se utiliza principalmente en uniones de alta calidad tales como las requeridas en construcción aeroespacial, plantas de procesos químicos e industrias petroleras. Este tipo de soldadura no contamina el metal base, no produce escoria y se puede utilizar para  soldar los mismos materiales que se sueldan con TIG y otras aleaciones y materiales muy delgados.
Podemos clasificarla de mejor manera dentro de tres modalidades:
-         Soldadura microplasma, con corrientes de soldadura desde 0.1 Amp. hasta 20 Amp.
-         Soldadura medioplasma, con corrientes de soldadura desde 20 Amp. hasta 100 Amp.
-         Soldadura Keyhole, por encima de los 100 Amp., en la cual el arco plasma penetra todo el espesor del material a soldar.

Partes de la soldadura por plasma

La soldadura por plasma se compone básicamente de un proceso que comprende muchos elementos (arriba mencionados), que ayudan a su eficiente desempeño. Podemos encontrar dentro de ellos:
Gases, los cuales fluyen envolviendo el electrodo de tungsteno. Generalmente argón o helio.
El electrodo de tungsteno, que es el principal ayudante durante el proceso de soldadura.
Metal base, que puede ser cualquier metal comercial o diversas aleaciones.
Depósito de gas, que puede ser de cerámica, de metal de alta resistencia de impacto o enfriado por agua.
La fuente de poder, CAAF, CDPD o CDPI.
Metal de aporte, pero sólo si se cuenta con él, porque no es indispensable para la soldadura.


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