sábado, 3 de enero de 2015

Cómo restaurar piezas de metal

   
     El metal es uno de los materiales más utilizados en el bricolaje y la construcción. Es bastante duradero, pero tiene el inconveniente de que, la mayoría de las veces, termina oxidándose y estropeándose si no lo usamos demasiado.
      Cuando algo se oxida pierde su función, por lo que en cuánto vemos que una pieza de metal se estropea lo mejor es restaurarla lo más rápido posible. Con una serie de cuidados conseguiremos que el metal vuelva a brillar como el primer día.
    Lo primero que tenemos que hacer es eliminar la capa de óxido. Si la pieza es de hierro, utilizaremos directamente un destructor de óxido de hierro. En caso de que se trate de cualquier otro metal (bronce, latón, cobre…), recurriremos simplemente a un desoxidante. Debemos aplicar cualquiera de estos dos productos con un pincel, dejamos actuar y limpiamos la pieza con agua hasta que quede limpia. Por último, repasamos la pieza con una lana de acero fina y secamos bien con un trapo para evitar que vuelva a oxidarse.




      El siguiente paso consiste en pulir la pieza para conseguir que vuelva a brillar como al principio. Con ayuda de una muñequilla de algodón debemos aplicar un pulidor abrillantador a base de movimientos circulares hasta que la pieza quede brillante. Una vez que se seque abrillantamos la pieza con un trapo.
    Por último, debemos barnizar la pieza de metal con un barniz específico para metales.

     Otra forma de restaurar es con un convertidor de óxido que transforma la capa de óxido en una superficie saneada en 15 minutos que luego se puede repintar. Es adecuado para superficies de hierro y acero oxidados, cuando no ha sido posible una buena preparación superficial. Reacciona con los restos de óxido, formando una capa negra repintable. Algunas características son:
 - Eliminación del potencial de corrosión.
 - Impermeabilización de la superficie del hierro tratado.
 - Buena base para el pintado con cualquier proceso.
 - Ahorro de costes de limpieza, al no ser necesario el chorreado con
arenas o granalla.
 - Protección temporal sin necesidad de pintar.


     Por ultimo otra forma que todos conocemos es limpiar bien las formas dañadas, después imprimar o miniar para a continuación darle el esmalte con el color deseado.


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