El día 27 de
febrero, San Baldomero es el patrón de herreros y cerrajeros que vivió en la ciudad
francesa de Lyon, en el Siglo VII.
Desde joven
dedicó su trabajo de herrero y cerrajero dentro de la austeridad para ayudar a
los más necesitados, considerando a los pobres y mendigos como sus propios
hijos. Incluso llegó a vender en alguna ocasión sus propias herramientas para,
de nuevo, socorrer a los más pobres. Su tiempo libre lo dedicaba, en gran
parte, a la oración y a la lectura espiritual y a la Sagrada Escritura. Era muy
admirado y respetado por su piadosa vida.
En cierta
ocasión, Vivencio, el Abad del Monasterio de San Justo, quedó prendado modestia
y vida de Baldomero, y le ofreció celda en su monasterio como monje. Allí vivió
una etapa piadosa, ejerciendo el mismo oficio que había desempeñado fuera.
Murió en Lyón, un 24 de febrero de entre el año 630 y el 660. El año concreto
no se puede precisar debido a la ausencia o mala calidad de los documentos.
Sus atributos básicos son las vestimentas monacales,
el yunque, el martillo, unas tenazas y unas llaves.
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