domingo, 3 de marzo de 2013

Forjar la cabeza de un dragón


Forjar la cabeza de un  dragón partiendo de una barra de cuadradillo de 16 mm.

José Gonzalvo,escultor en hierro


        Nacido en Rubielos de Mora, en 1929, pronto destacó por sus aptitudes artísticas, y, tras pasar por la Academia de San Fernando de Madrid, terminó sus estudios en la Escuela San Carlos de Valencia, donde, curiosamente, obtuvo el premio extraordinario de fin de carrera en la modalidad de pintura. José Gonzalvo tiene una abundante obra pictórica, como se pone de manifiesto en el museo dedicado a su figura que hay en Rubielos de Mora, pero lo que le proporcionó una mayor proyección y repercusión fue su producción escultórica, principalmente, las grandes piezas elaboradas en hierro.


   José Gonzalvo falleció en su domicilio de Valencia el 22 de noviembre de 2010 a los 81 años de edad, 
Y está enterrado en el cementerio de su querido pueblo natal, Rubielos de Mora (Teruel).
      Entre otras distinciones, Gonzalvo fue nombrado Hijo Predilecto de Rubielos de Mora en 1966, y en 1970, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza. En 1985 fue designado como académico de número de la Real Academia de San Carlos de Valencia, así como socio de honor de la Asociación de San Jorge de Alcoy.
   Un arte, el de José Gonzalvo radicado en la expresión. Sea cualquiera el tema que trate -animales u hombres- nada hay inerte en su plástica. Hay una intuición en cada golpe de cincel, en cada instante de su modelado, que evita todo volumen pasivo en sus esculturas. Estas aparecen vibrantes dirigidas sobre una inspiración que las sitúa en un expresionismo no deformante, al que yo admiro personalmente.

Escultura en proceso de elaboración
        Realiza sus esculturas manejando con soltura, con decisión, y precisión, el duro hierro, conociendo al límite las posibilidades que él mismo tiene, realizando sus esculturas en volumen con algunos vaciados y utilizando chapa de hierro de 2mm. cortando, doblando y soldando, luego el acabado es de pintura esmalte.

Monumentos
       Monumentos suyos hay distribuidos en distintos puntos del país, ocupando emblemáticos espacios urbanos. Uno de los más característicos de la ciudad de Teruel es el monumento dedicado a la Vaquilla, una obra situada en las proximidades del viaducto peatonal que forma parte del paisaje más fotografiado de la capital. La escultura dedicada a Alfonso II, o la gigantesca puerta de hierro de la sede de Ibercaja, son otras de sus obras más singulares. El monumento dedicado a Goya, en Barcelona; y otro a la Guardia Civil, en Úbeda (Jaén), Monumento al tambor en el bajo Aragón, La virgen de la estrella, El boxeador, El monumento al minero, La escultura de San Roque, El corredor etc. dan idea de la proyección de la obra de Gonzalvo.
      El artista nunca quiso desvincularse de su pueblo natal. De hecho, acondicionó su estudio en Rubielos donde tiene la escultura del toro embolado y el vía crucis, compartía residencia entre el municipio turolense y Valencia.

Plaza de Rubielos de Mora

 Museo, en el convento
      El convento de las Carmelitas de Rubielos de Mora alberga desde hace varios años un museo sobre José Gonzalvo, que es fiel reflejo de su producción artística.
    En sus dependencias se conservan piezas de gran tamaño, pero también maquetas de algunos de los monumentos repartidos por media España, así como abundante obra pictórica, la faceta menos conocida del artista

Grupo del curso de soldadura visitando el museo con Gonzalvo